El streaming crece en España

Netflix, HBO, Amazon Prime… son nombres que ya se han hecho un hueco en nuestras televisiones y ordenadores. Lejos quedan aquellos días de la antigua televisión en la que nos ajustábamos a una programación que no podíamos modificar. Hoy en día podemos ver nuestras series favoritas cómo y cuándo deseamos con estos sistemas de pago por streaming.

Según una encuesta realizada por Statista Global Consumer Survey, cada vez hay más usuarios en España que contratan servicios de streaming para disfrutar de sus contenidos audiovisuales favoritos. Esta encuesta ofrece una perspectiva global sobre el consumo y el uso de los medios, analizando su utilización dentro y fuera de internet.

De esta forma se aprecia una clara consolidación del sector del audio y video bajo demanda en España. Hoy en día un 25% de los usuarios españoles (1 de cada 4 usuarios internautas) ha tenido contratada alguna plataforma de streaming durante los últimos doce meses, como cualquiera de las citadas, y un 21,3% ha contratado servicios de streaming musical, como Spotify.

Aunque las cifras que el estudio atribuye a España se encuentran lejos de otros mercados, como pueden ser China o Estados Unidos (en estos países el porcentaje de internautas que están suscritos a este tipo de plataformas se eleva por encima del 40%), lo cierto es que reflejan una tendencia.

España supera a países como Italia, Suiza y Francia, tanto en streaming de vídeo como de música, ocupando la séptima posición del ranking, mientras que figura por detrás de Reino Unido, Alemania, Austria y Brasil, así como de los dos citados ejemplos que encabezan el ranking: China, en segunda posición, y Estados Unidos, liderando el listado.

Se trata de un hábito que al principio era exclusivo de los usuarios más jóvenes y que ahora se está extendiendo a todas las edades. En los últimos años se ha producido una auténtica revolución de nuestra forma de consumir cine, series o música.

De hecho, en Estados Unidos y China apenas se consume ya la televisión de forma tradicional, aunque tampoco se puede afirmar que estemos asistiendo a la despedida definitiva de ese formato, que se resiste a decir adiós. En realidad, los diferentes tipos de consumo se alternan y compatibilizan hoy en día; es decir, que cualquier usuario se conecta a Netflix para ver su serie favorita y después disfruta de su reality show favorito o de un partido de fútbol en una cadena generalista.