Cómo identificar y gestionar a los intraemprendedores dentro de la empresa

¿Cómo es posible renonocer a un intraemprendedor y cómo hay que gestionar su trabajo en beneficio de la empresa?

Hay empleados que están dispuestos a poner todo su talento al servicio de la empresa, no sólo para cumplir con su trabajo de la mejor manera posible, sino también para contribuir a nuevos desarrollos o nuevos servicios e incluso abrir nuevas vías de negocio para la organización en la que trabajan.

A los intraemprendedores se les identifica, sobre todo, por su gran capacidad de iniciativa. Son profesionales que quieren hacer las cosas a su manera y que, si la empresa les apoya un mínimo, pueden hacer grandes cosas dentro de la compañía. A esa capacidad de iniciativa se le suma normalmente una gran capacidad de ejecución.

Hay algunas características que ayudan a identificar a los intraemprendedores:

• Es gente apasionada por sus hobbies. Nada mejor para descubrirlos que organizar reuniones periódicas, desayunos quincenales o mensuales en los que los empleados hablen sobre sus hobbies. El empleado al que le apasiona un hobby tiene esa capacidad para apasionarse en lo profesional.
• Personas que demuestran curiosidad: el intraemprendedor es alguien que pregunta sin complejos, que suele ir más allá de lo que se le encomienda a la hora de realizar un trabajo.
• Deseosos de compartir experiencias: suelen pedir a otras personas que participen de sus aficiones, que conozcan sus ideas. Buscan obtener reconocimiento y validar su trabajo.
• Pueden llegar a ser conflictivos: ante un empleado conflictivo cabe preguntarse si nos encontramos ante una personalidad compleja o ante un empleado que no se está gestionando bien por parte de la empresa. Es típico del intraemprendedor salirse de los cauces, no seguir procedimientos, querer cambiar las cosas y saltarse las reglas. Se trata de que la empresa sea capaz de encauzar adecuadamente ese potencial que tiene.

¿Cómo gestionar a los intraemprendedores?

En primer lugar hay que tener en cuenta que este tipo de trabajador es siempre un agente de cambio. Por ello, necesita de cierta autonomía para experimentar sus ideas y poder practicarlas. El ecosistema de empresa debe ser capaz de tolerarlos y atender sus necesidades.

Para ello, es fundamental darles tiempo para que puedan reflexionar y ajustar los procesos. Es imprescindible también pedirles ideas y propuestas, que puedan presentarlas con libertad. En consecuencia, es preciso escucharles y mostrar interés por su aportación. También aceptar los errores para evitar cortar las alas de alguien con mucho potencial a las primeras de cambio, romper rutinas que obliguen a replantearse las cosas, darles autonomía y capacidad de decisión, y una comunicación transparente por parte de la empresa.