La flexibilidad laboral, tendencia en el mundo de los negocios

La flexibilidad laboral se nos presenta como una nueva forma de repartir el tiempo de trabajo en el mundo laboral, de organizar los horarios. No hay que confundirlo con trabajar menos, aunque quizá sí pueda suponer trabajar de una forma más saludable.

Según el doctor Joseph G. Grzywacz, profesor de la facultad de Medicina de la Universidad de Wake Forest de Carolina del Norte (Estados Unidos), las personas que viven sus jornadas laborales con mayor flexibilidad, tanto en la cuestión de horarios como de lugar de trabajo, llevan una vida más saludable que los que se deben adaptar a entornos más rígidos.

Un estudio, dirigido por este mismo doctor, demostraba que los trabajadores de una empresa flexible tenían unos hábitos más saludables ya que disponían de una mejor organización del tiempo que les permitía dormir 7 horas al día o dedicar un tiempo a hacer ejercicio.

Hasta aquí, resumidas, las ventajas que un sistema flexible puede tener para el empleado. Pero ¿y para la empresa? Otro estudio, publicado por la empresa Regus en 2011, afirmaba en sus conclusiones que el 73% de las empresas encuestadas cree que el trabajo flexible genera menos costes, el 80% afirma que la conciliación entre la vida laboral y familiar hace que los empleados estén más satisfechos y motivados y aproximadamente la mitad de las empresas encuestadas es de la opinión de que el trabajo flexible ayuda a incrementar la productividad laboral.

Generar un sistema de turnos en las empresas u organizaciones siempre proporciona más ventajas que inconvenientes. Por ejemplo, en Finlandia funciona el programa 6×6, un modelo de turnos de trabajo que establece horarios de  12 horas repartidos en turnos de 6 horas. Con este modelo de organización se ha conseguido aumentar la productividad y el número de puestos de trabajo, y ha traído un aumento del tiempo libre, una bajada en los niveles de absentismo laboral, mejora de la salud de los trabajadores…

Hoy en día, la flexibilidad, junto a la innovación son factores clave a la hora de fundar un negocio. La flexibilidad, en combinación con las nuevas tecnologías, es una potente alianza que puede hacer a la empresa más competitiva, marcar la diferencia y tener una plantilla motivada que integra vida laboral y personal. De hecho la tecnología no tiene por qué suponer una precarización del empleo, sino que debe servir para dinamizarlo, hacerlo sostenible y adecuarlo a las necesidades de cada trabajador.