Igor Marín Ochoa, subdirector de Vozpópuli, y su visión del fin de ETA

Igor Marín Ochoa es el subdirector de Vozpópuli y una firma destacada de la información política en nuestro país. A lo largo de su trayectoria se ha destacado por ser un firme defensor de la convivencia en el País Vasco y por su postura radicalmente contraria al terrorismo etarra y su entorno.

Sin duda, uno de los temas informativos más relevantes del pasado año fue el anuncio de la disolución de ETA, con un comunicado emitido por la organización el 3 de mayo de 2018. Lo fue a pesar de que la noticia se produjera con una banda terrorista absolutamente derrotada, que ya había abandonado la lucha armada en el año 2011 y que en 2017 había anunciado su desarme definitivo de manera unilateral.

La cobertura de la disolución de ETA por Igor Marín Ochoa

Igor Marín Ochoa, en colaboración con el redactor Alejandro Requeijo, publicaba aquel mismo 3 de mayo la noticia del fin de ETA en Vozpópuli, haciéndose eco del comunicado emitido por la organización terrorista aquella misma mañana de primavera.

Este comunicado ponía fin a cerca de 60 años de asesinatos y extorsión, anunciando el desmantelamiento de todas sus estructuras, y daba por concluida toda la actividad política de ETA. De esta forma quiso cerrar un ciclo en el conflicto con el Estado español que se caracterizó por el uso de la violencia política. Y lo hizo con su acostumbrado lenguaje de confrontación.

El comunicado, de apenas cinco párrafos, publicado en español, francés, euskera e inglés, también advertía de que la exmilitancia de ETA seguirá luchando por “una Euskal Herria reunificada, independiente, socialista, euskaldun y no patriarcal”.

La noticia señalaba con claridad que los terroristas habían evitado una vez más mostrar cualquier tipo de arrepentimiento y también hacer referencia a los más de 300 crímenes que aún están por resolver.

Artículos de opinión de Igor Marín Ochoa sobre ETA

Pero más allá de la información rigurosa y veraz representada por noticias como estas, Igor Marín Ochoa exponía bien a las claras su postura en sus artículos de opinión sobre la banda terrorista ETA.

Ese mismo día, expresaba en un artículo de opinión publicado en Vozpópuli su total displicencia ante la escenificación de la disolución etarra: “me importa un carajo si ETA desaparece por carta, vídeo o WhatsApp”.

Bajo su punto de vista ETA ya era agua pasada y solo significaba el humo sucio y negro en el que pretendieron ahogar a la sociedad vasca.  El título del artículo fue bastante elocuente e ilustrativo: “ETA desaparece y yo tengo que planchar una camisa”, que venía a ser una recreación casi instantánea del “Hoy por fin se disuelven. Por la tarde iré a nadar.” que el escritor Fernando Aramburu había publicado solo tres horas antes en Twitter.

Olvidar a los etarras es para Igor Marín Ochoa nuestra humilde venganza. Sin embargo, recordaremos su obra de terror y de dolor inútil, sus casi 900 personas asesinadas. Y la recordaremos por las víctimas y para impedir que se vuelva a repetir.

La postura al respecto de ETA expresada en otros artículos de opinión firmados por este periodista es similar, tanto en los publicados en Vozpópuli como en otros medios.

Unos de los más destacados se publicó en julio 2017, justo cuando se cumplían veinte años de un hecho dramático que conmocionó sobremanera a la sociedad española. Recordaba este artículo la vil ejecución del concejal de Ermua Miguel Ángel Blanco a manos de la banda asesina, después de haber dado un ultimátum al Gobierno español. Lo hacía a través de las vivencias personales del Igor Marín Ochoa.

No caben los aplausos contra los etarras arrepentidos que hoy propugnan el cese de la violencia, ya que esto es lo propio de seres humanos y ciudadanos demócratas: la humanidad debe ser intrínseca a las personas.