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Claves para reconocer a un mal jefe

mal jefe

Sin lugar a dudas estar al frente de una organización o una empresa comporta una enorme responsabilidad y es mucho más complejo de lo que sobre el papel pudiera parecer. Una de las funciones clave que debe cumplir un buen líder  es sacar el máximo partido de todos los trabajadores.

Una empresa debe ser capaz, a través de sus responsables y directivos, de gestionar el compromiso que anida en su organización. Para ello, deben contar con líderes que sepan motivar y sacar lo mejor de cada uno de los empleados.

Sin embargo, un mal jefe puede dar con todos estos planes al traste, puede ocasionar daños y malos resultados en la empresa a base de fomentar un mal ambiente de trabajo. Los expertos destacan varias claves para evitar malos hábitos de liderazgo que lleven a convertirse en un mal jefe.

Uno de los aspectos clave es la percepción que los trabajadores tienen sobre su jefe y cómo se realiza la gestión del grupo. Respecto al primer punto, los empleados deben sentir que la empresa trabaja para mejorar e innovar y que lo hace con personalidad propia. El trabajador debe estar implicado con ese esfuerzo por mejorar, sentirse parte y percibir que se le necesita para cumplir ese objetivo. De la misma forma, los trabajadores deben sentir que la empresa invierte en ellos dentro de sus planes de desarrollo.

Un aspecto muy valorado es la capacidad del jefe de servir como referencia para el resto del grupo. Un líder debe ser siempre un referente. Para lograrlo, más allá de las cualidades carismáticas y de su personalidad, el jefe tiene que ser capaz de adecuar las tareas dependiendo de los objetivos que se haya marcado para cada departamento. Esto requiere un conocimiento profundo de todos los miembros de su equipo, que hará que todos los miembros se sientan valorados.

Otro punto clave para avanzar como empresa es el fomento del trabajo en equipo, colaborativo y no individualista. Se deben crear equipos de trabajo y no grupos de personas.  El jefe debe supervisar cómo son esas relaciones dentro del equipo, cómo evolucionan, cómo se acogen y adaptan las nuevas incorporaciones y la evaluación que se hace de los logros.

La creación de compromiso dentro del equipo por parte del jefe también es una función crucial. El jefe debe hacerlo a través de la gestión de las tareas que el equipo va completando en el día a día. Los trabajadores deben percibir el valor de su trabajo y que las actividades que desempeña se corresponden con su puesto dentro de la empresa.