Las empresas españolas tienen problemas para encontrar dirigentes cualificados

La dificultad para contratar y conservar trabajadores altamente cualificados en las empresas es cada vez más acusada en España. Este dato se está compensando a duras penas en el mercado laboral español por la reducción del desempleo y por la generación de nuevos puestos de trabajo.
El informe anual The Hays Global Skills Index 2016, de la consultora Hays ha analizado  las tendencias de los mercados laborales de 33 países, entre los que se encuentra España. Dicho estudio considera a nuestro país como el cuarto que más presión tiene en su mercado laboral, por detrás de Suecia, Estados Unidos y Luxemburgo. Sin embargo, los que menos presión laboral padecen son Bélgica, Suiza y China.

El informe utiliza siete factores para su análisis, como nivel educativo, población activa, presión salarial de los candidatos mejor cualificados…

España recibe su peor puntuación en el factor del aumento de los salarios en industrias de alta cualificación, que viene causado por los problemas de las empresas de adecuar el talento disponible con los puestos de trabajo vacantes.

Una de las principales conclusiones que se extraen de la lectura de este informe es que España y su mercado laboral no están adaptando su talento a las necesidades del mercado. Esto hace que se produzca una falta de conocimientos y habilidades en determinados niveles profesionales que tiene un doble efecto negativo: por un lado, amenaza la productividad empresarial y, por otro, pone en serio peligros las oportunidades de crecimiento empresarial del país.

Por si esto fuera poco, la situación se ve agravada por la inestabilidad política, la falta de gobierno y la alta tasa de desempleo. En especial resulta muy pernicioso el de larga duración. También se observa con preocupación la falta de estabilidad laboral en franjas de edad madura, entre los 55 y los 64 años.

Afortunadamente, hay algún resquicio para tener esperanza en nuestro mercado laboral. El moderado crecimiento que está experimentando la economía española ofrece unas buenas previsiones a corto plazo. También influye el progresivo descenso del índice del desempleo que se ha producido en los últimos meses. España también ha mejorado en cuanto a la generación de puestos de trabajo, pero todavía está lejos de poder corregir determinados  problemas de su mercado laboral.

Según el informe, para compensar con garantías de éxito ese desajuste entre talento y nivel profesional adecuado a los puestos de trabajo vacantes, España debería plantearse un sistema educativo centrado en el aumento de la empleabilidad.