Las pequeñas cadenas de supermercados españolas, en peligro de desaparición

Un reciente reportaje de la agencia Reuters se centra en el sector del supermercado español. El análisis pone de manifiesto que nuestro mercado se encuentra mucho más repartido que el de otros países europeos. En España, las cinco grandes cadenas, representadas por Mercadona, Dia, Carrefour, AlCampo, Auchan y Eroski, no copan más que el 50% del mercado. A la cabeza de todas ellas, se encuentra Mercadona, que tiene una cuota de mercado del 22,9%.

Como decimos, la situación en otros países de nuestro entorno como Francia y Reino Unido es bien distinta. Entre los cinco grandes nombres de supermercados controlan el 80% de la facturación.

Según la agencia británica Reuters las perspectivas para las pequeñas cadenas españolas, ésas que se reparten el otro 50% de la tarta, son poco favorables. Parece que mucho tiene que cambiar la situación o el futuro de buena parte de ellas pasa por fusionarse o decir adiós.

Reuters se refiere al sector de los supermercados en España como un “patchwork”, una especie de  mosaico, por la gran variedad de cadenas de supermercados y por la gran cantidad de establecimientos, muchos de ellos empresas familiares, que funcionan  en suelo español. La presencia de supermercados con arraigo o incluso liderazgo local pero que no cuentan con verdadera implantación nacional es la explicación a este mercado español fragmentado. Por otro lado, este estudio señala que, precisamente por esta característica, puede ser complicado llevar a cabo una integración del sector en nuestro país.

En este contexto, los cinco grandes gigantes españoles antes citados, junto a unos Lidl y Aldi en ascenso, buscan ampliar su cuota de mercado definitivamente y equiparar el reparto del panorama al de esos ejemplos europeos que citábamos. Esta situación hace peligrar a decenas de cadenas pequeñas que pueden estar próximas a su fin. Si se produjera la desaparición de esas pequeñas cadenas, que manejan por separado una cuota residual, las grandes se repartirían ingresos de miles de millones de euros.

Los supermercados más vulnerables, con mayor peligro de desaparecer, van a ser los que tienen una facturación entre 200 y 900 millones al año. Entre los nombres en peligro de extinción que barajan los expertos figuran, entre otras, la cadena gallega Gadisa, Alimerka en Asturias y Lupa en Cantabria.

Estas cadenas tendrían que decidir entre integrarse en otras de mayor tamaño y facturación, fusionarse entre ellas o cerrar sus puertas.