La importancia de elegir un buen nombre para tu empresa

Elegir un buen nombre para tu empresa o producto es un paso fundamental para el éxito de ese proyecto. Solo en España se registran al mes entre 3.000 y 5.000 marcas y todas ellas necesitan marcar la diferencia desde su propio nombre.   

No hay ninguna norma fija que garantice ese éxito, pero los expertos recomiendan una serie de precauciones o medidas que puedan evitar que nos estrellemos en esta fase del proyecto. Trucos que pueden marcar la diferencia a la hora de poner nombre a nuestra empresa y que están más relacionados con el sentido común que con otra cosa. Vamos a repasarlos uno por uno.

• Primar lo llamativo sobre lo racional: no tratemos de establecer a toda costa un vínculo que tenga significado entre el nombre y nuestra actividad. Fijémonos en Apple, por ejemplo.
• Busca un nombre fácil de pronunciar: siempre allana el camino.
• Un nombre corto y simple: los especialistas sugieren emplear la sencillez, dado que este nombre te va a identificar entre tu clientela y ante la sociedad y es mejor que este proceso sea sencillo. Para ello se pueden emplear varios trucos:
  • Por ejemplo, utilizar siglas. El mercado está lleno de empresas de éxito que han recurrido a este recurso (BMW, FNAC, IBM…)
  • Utilizar un nombre propio: como por ejemplo, Calin Klein, Yves Saint Laurent…
  • Solo el apellido: como Ferrari y Dior…
  • Un onomatopeya: por ejemplo, Kodak, una palabra que no significa nada pero que se pronuncia igual en todos los idiomas.
  • Letras y números.
• El nombre que elijamos debe facilitar que el público reconozca a la empresa. Puede ser recomendable que transmita las cualidades de la empresa o producto.
• Evitar dobles significados: si trabajamos en distintos mercados debemos prestar atención al significado de las palabras en distintos idiomas. Un buen ejemplo es el de Mitsubishi en España, que se vio obligado a cambiarle el nombre a su todoterreno “Pajero”.
• Debe sonar bien. Se deben evitar las palabras malsonantes, que además no son aceptadas por el registro.
• Hacer un esfuerzo para que resulte creíble.
• Conseguir que sea evocador y que asocie una simbología positiva derivada de la utilización del producto.
• Evitar frases descriptivas, ya que el nombre de nuestra empresa o producto no tiene que describir a tu empresa, sino identificarla. Es uno de los errores más comunes. Para exponer las características hay otros medios, como la publicidad y el marketing.