Saber copiar puede ser el secreto del éxito para una empresa
Copiar una fórmula a pies juntillas puede resultar incluso éticamente reprochable, pero saber adaptar otra idea que haya tenido éxito a la realidad de nuestra empresa y nuestra propuesta puede ser una buena medida.
No todas las empresas pueden resultar revolucionarias ni innovadoras. Por eso en nuestro mercado se suceden las coincidencias de las empresas en promociones e incluso en los modelos de negocio. Desechando la copia por la copia, tomar inspiración de las ideas de otras empresas puede funcionar como estrategia y ofrecer diferentes ventajas.
Imitar a otras empresas puede ser bueno para:
- Tener un referente: esta es una ventaja, ya que puedes seguir su ejemplo. No se trata de copiar a nadie sino de tener un referente en el que poder fijarte para actuar.
- Optimización de recursos: esto es especialmente significativo para las pymes, ya que la imitación de las grandes compañías les lleva a optimizar recursos. Una pyme no puede realizar la inversión en ID que hacen las grandes empresas y tiene que ir por detrás de los líderes en productos y servicios.
En contrapartida, se corre el riesgo de quedarse siempre en la mera imitación, y para cualquier empresa es conveniente tener un valor diferencial que le distinga de su competencia. Si solo copiamos seremos percibidos como eternos segundones. Así pues, para saber imitar es necesario aportar algo de valor que pueda conducirnos al éxito.
- Procurar mejorar la copia: las empresas serias no imitan sin más, nunca copian al 100% una idea. Tratan de inspirarse en lo que están haciendo otros, coger la idea, modificarla y mejorarla en función de sus intereses.
Por otro lado, no es lo mismo copiar fielmente una idea de negocio que incorporar ideas de la competencia en aspectos concretos cuando tu empresa ya está en marcha.
¿Qué se puede imitar? Muchas veces la imitación en el terreno de los productos y servicios consiste en entrar en un segmento hasta ahora no explorado por la empresa, que puede resultarle útil para ampliar mercado.
Imitar los precios es un asunto delicado, hay que valorar si a la empresa le interesa entrar en una guerra de precios.
Si vamos a imitar en el campo de publicidad y comunicación es conveniente no asemejarse demasiado al original y distinguirse todo lo posible, ya que al final le estaremos regalando las ventas al líder.