Beneficios y pautas para digitalizar una pequeña empresa

En los tiempos que corren, para nadie es un secreto que la digitalización de las empresas es un proceso de actualización absolutamente necesario y un hecho imparable que todo el mundo tendrá que acabar asumiendo más pronto que tarde. Sin embargo, este proceso es todavía lento en España, sobre todo en lo que respecta a las pequeñas empresas, que no van más allá de una conexión a Internet y en el mejor de los casos una web presencial.

Pero lo cierto es que las herramientas disponibles que ofrecen las tecnologías de la información, abren un camino nuevo para cualquier empresa. Muchas veces no se les presta la debida atención por falta de conocimiento, de tiempo o de recursos humanos, pero la evidencia es que un aspecto crucial y una inversión que puede resultar muy beneficiosa. Todos los días se publican noticias de nuevas empresas, que han surgido de la nada, y que se abren camino gracias a una buena idea y a una buena estrategia digital. No cabe ya una actitud escéptica en este tema.

Análisis previo: el primer paso en un proceso de digitalización empresarial debe ser siempre un análisis interno previo. No vamos a transformar en este sentido la empresa por el hecho de abrirnos una cuenta de twitter ni de desarrollar una aplicación móvil; esto, de llegar, tendrá que hacerlo mucho más tarde. Antes, se debe analizar qué es lo que la empresa necesita, cuáles son las operaciones que realiza, sobre todo las que repercuten más en el cliente, identificar aspectos a mejorar y estudiar la forma de incrementar la eficacia utilizando las herramientas tecnológicas. Si realizamos este paso, conoceremos mucho mejor los puntos a desarrollar con la ayuda de la tecnología y tendremos un plan para llegar con más éxito a los clientes.

Fruto de este análisis, llegarán decisiones y medidas inevitables como pueden ser  la utilización de un programa de gestión empresarial, el desarrollo de una web o una tienda online, estrategias de marketing online, creación de una red de ordenadores… Hay todo un camino que recorrer.

Reducción de costes: aquellas empresas que todavía miran con escepticismo la digitalización o que no se animan a adentrarse en este proceso, deberían saber que la tecnología nos brinda soluciones de alta eficacia sin suponer  grandes costes. El almacenamiento en la nube, la atención al cliente a través de medios telemáticos o el comercio electrónico son sólo unos ejemplos.  Hay que perder el miedo y experimentar con ellas.

Herramientas: las utilizan las grandes empresas y existe la idea equivocada de que no son adecuadas para las pequeñas. Nada más lejos de la verdad. Las plataformas de almacenamiento en la nube permiten la gestión de gran cantidad de datos sin que tengamos que dedicarles servidores más costosos. La analítica de datos nos puede proporcionar información que nos ayude a reorientar determinados aspectos del negocio. Por su parte, las tecnologías móviles nos permiten llegar de forma más certera al cliente.

Redes sociales: no todas las redes sociales sirven para todas las empresas ni una estrategia exitosa de una empresa es aplicable a otra. Según nuestro sector o el tipo de cliente, el uso por parte de la empresa de las redes sociales será más o menos necesario y constante. Desde luego, las empresas que trabajan en mercados muy avanzados, con consumidores exigentes que opinan, tienen que librar también la batalla en el terreno de las redes sociales. Sobre todo si el cliente es de perfil joven.