Cierre en Bolsa al alza para los fabricantes de test de antígenos

La expansión del coronavirus en su variante Ómicron mantiene un ritmo vertiginoso de contagios, que a su vez está motivando el interés de muchos ciudadanos para comprobar su estado de salud.

Una de las nuevas medidas que se ha ofrecido a la sociedad es la de poder pagarse sus propios test de antígenos, comprándolos en farmacias, para poder hacer la prueba cómodamente desde casa.

La ola de contagios ha motivado una compra masiva de estos tests, que también ha provocado a su vez que los fabricantes aumenten su producción y consecuente facturación.

En términos económicos, esto ha supuesto un aumento significativo de los ingresos de estas compañías y una revalorización importante en Bolsa casi a cierre del ejercicio de 2021.

Ingresos disparados en los principales fabricantes

Sin todavía terminar el año, algunos fabricantes como Abott Laboratories, Roche o Siemens Healthineers acumulan una rentabilidad por encima del 30% en muchos casos.

Además, no se trata de un año aislado, se arrastra una corriente alcista que viene desde 2020, presentando así este inicio de la década como el mejor de la historia para muchas compañías.

En algunas ocasiones, incluso con los extraordinarios datos de 2020, hay empresas que han comercializado en 2021 cientos de millones de test por encima a lo vendido el año anterior.

Hay empresas que incluso han conseguido crecer un 40%, superando así en solo 9 meses los 5.000 millones de euros.

La subida en Bolsa de las grandes firmas

Este aumento de la facturación provoca un incremento equitativo en la valoración en Bolsa de estas firmas internacionales.

Entre ellas LabCorp ha conseguido una revalorización de sus acciones de un 50%. Quest Diagnostic, también procedente de Estados Unidos, disfruta de un 38% de aumento en Bolsa.

Otro fabricante líder, Siemens Healthineers, ha subido solo en el último mes un 4% y desde la expansión de la pandemia, acumula una revalorización del 44%.

La ventaja de los mayores fabricantes

Pese a que los test de antígenos son solicitados sin que los ciudadanos exijan una marca en concreto en la mayoría de casos, son los mayores fabricantes los que consiguen mejor posición en el mercado, dejando a las pequeñas y medianas empresas del sector bastante apartadas.

Esto se debe a que son estas grandes compañías las que pueden conseguir los mejores acuerdos con las administraciones públicas, interesadas también en hacer llegar estos tests a funcionarios y otros colectivos.