Las grandes empresas, reacias a la transparencia para combatir la brecha salarial entre sexos

Según las encuestas, mientras el 83% de la población activa es partidaria de que las empresas hagan públicos los salarios de sus empleados para acabar con la brecha salarial entre hombres y mujeres, solo 3 de cada 10 grandes empresas estaría a favor de dicha iniciativa.  

Estas son las conclusiones del informe anual publicado recientemente por el portal de empleo Infojobs en colaboración con ESADE (Escuela Superior de Administración y Dirección de Empresas), que hace un análisis de la situación laboral española.

La brecha salarial entre sexos se sitúa en España en el 14% según Eurostat.

A pesar de la postura general de la población, un 92% de las mujeres frente a un 70% de los hombres, que opina que siguen existiendo diferencias notables entre los salarios de hombres y mujeres, las empresas manifiestan una posición al respecto que difiere según su tamaño.

Ante la propuesta del gobierno español de hacer públicos los sueldos por sexo, las empresas pequeñas de menos de 10 miembros son las que se muestran más favorables a ella, en un 60,5%, mientras que las medianas entre 10 y 49 empleados solo lo hace en un 40%. Respecto a las que tienen más de 50 trabajadores, solo manifiesta una posición favorable a esta medida el 31% de esas compañías.

De acuerdo con la profesora y directora del Instituto de Estudios Laborales ESADE, Anna Ginès, las medidas de transparencia salarial son medidas efectivas para acabar con la brecha salarial que existe entre hombres y mujeres. Sobre todo si se tiene en cuenta que, pese a que el ordenamiento jurídico-laboral prohíbe cualquier tipo de discriminación en función del sexo, transcurrida una década de la aprobación de la Ley Orgánica de Igualdad, no se ha conseguido luchar contra la discriminación salarial de las mujeres de la forma más eficaz.

Según informaciones publicadas a principios de 2018, la brecha salarial entre hombres y mujeres cada vez se hace mayor. Las mujeres cobran menos y ocupan menos cargos de responsabilidad, y por tanto peor remunerados, que los hombres.

Además, las mujeres son las que soportan una mayor precariedad laboral. Por último hay que hacer notar que la brecha salarial con respecto a sus compañeros varones se incrementa a medida que aumenta la edad de las trabajadoras, sobre todo en el tramo que va de los 26 a los 45 años.