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Evitar el protagonismo social del líder, ¿una estrategia empresarial?

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La exposición pública de los empresarios varía mucho de unos a otros. Mientras algunos se comportan como verdaderas estrellas del celuloide, otros intentan pasar totalmente desapercibidos. Algunos se sitúan en un equilibrado término medio, pero nos interesan para este artículo los que gustan de mantenerse en el anonimato.

Este tipo de empresario piensa que es la buena gestión la que debe ocupar el primer plano y que su encanto y su carisma personal es más productivo utilizarlo a nivel interno. Por eso, eluden codearse en fiestas, las apariciones televisivas o radiofónicas, entrevistas… Existe una prioridad fundamental, la estrella debe ser siempre la gestión eficaz y eficiente de su empresa, muy por encima de su propia imagen.

No obstante, muchas de las empresas lideradas por esta especie de hombres y mujeres invisibles, así como sus marcas y sus productos, gozan de gran éxito. Es decir que su protagonismo o la falta del mismo no es un factor determinante para alcanzar dicho éxito.

Dicen los expertos que tanto el anonimato absoluto de su líder como el excesivo exhibicionismo pueden resultar contraproducentes para los intereses de una empresa. Respecto a la primera de las opciones el riesgo principal está en que, en esta era de la comunicación, si uno no se encarga de crearse una imagen, acabarán creándosela los medios de comunicación, asociaciones de consumidores o, lo que puede ser peor, la propia competencia.

En lo que no existe un acuerdo generalizado es en las razones que llevan a cualquiera de estos líderes a comportarse de esa forma hermética. La mayoría de los expertos señalan cuestiones de carácter o de talante personal, pero no faltan los que no descartan que todo responda a una estrategia empresarial.

La modestia, la escasa capacidad para la comunicación pública, preservar su anonimato y su tranquilidad y también la seguridad personal son las principales razones detectadas.

Por otro lado, la prudencia también puede deberse a razones de pura estrategia empresarial. Una estrategia que busca primar la comunicación institucional, la imagen de marca y el producto/servicio, ya que otros movimientos más personalistas pueden dar al traste con el efecto deseado. Esto ocurre con frecuencia en compañías muy consolidadas, con una imagen clara. Promocionar al líder no puede reportar ningún beneficio más allá de engordar el ego del empresario.

Otros líderes prefieren pasar desapercibidos para no dar pistas a la competencia. Si se acepta la entrevista o la comparecencia pública se corre el riesgo de que se escape alguna información que, tarde o temprano, pueda ser perjudicial para los intereses de una determinada campaña o para el rumbo de la compañía.