Según los últimos datos publicados en relación a los ingresos obtenidos por la red social de Facebook, éstos habrían superado las expectativas de 4.370 millones de dólares para alcanzar la cifra de 4.500 millones de dólares respecto al mismo trimestre del año anterior. El aumento en los ingresos supone porcentualmente un incremento del 41% en lo que se refiere a ingresos, mientras que en lo referente a beneficios, se queda en el 11% (896 millones de dólares).
No se esperaba que Facebook ganase tanto dinero en 2015, pese a que está consolidada como la red social más importante del mundo. Sin embargo, en contra de lo que pudiera pensarse o haberse pronosticado, la mayor parte de los ingresos no viene por nada revolucionario como sus más recientes inversiones en realidad virtual o la compra del sistema de mensajería instantánea Whatsapp, sino por un factor más tradicional de lo imaginado, la publicidad.
En este caso hablan los números de forma completamente superficial. La cantidad casi inabarcable de 1.000 millones de usuarios activos a diario ofrece todas las opciones de rentabilidad de anuncios que se desee.
Es así como Facebook ha logrado unas ventas de publicidad de hasta 4.300 millones de dólares, mejorando así un 45,4%, síntoma también de que las empresas están volviendo a invertir en publicidad en la red social, algunas con más motivación que nunca.
Curioso es también el hecho de que los anuncios en móviles representen el 78%, otro síntoma esta vez de carácter social, que deja entrever la utilización de los smartphones por parte de los usuarios. En 2014 este porcentaje apenas llegaba al 66%, lo que constata que no sólo el uso de los móviles para consultar Facebook está extendido, sino que además está evolucionando de forma muy positiva.
Obviamente, las cifras no son los únicos factores que posibilitan que esta publicidad en Facebook sea tan atractiva, hasta el punto de que muchas empresas comienzan a enfocar el presupuesto publicitario a la red social por encima de otros entornos. También tiene mucho que ver el procesamiento de datos masivos que Facebook acoge de todos sus usuarios, de forma que la orientación de la publicidad consigue llegar realmente a los usuarios más potenciales, sin siquiera tener ellos que realizar ninguna acción que no sea la de utilizar la red social. Con esta estrategia, los anuncios en Facebook llegan en el momento adecuado a aquellos usuarios con más probabilidades de sentirse atraídos por ellos.
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