Facebook ha informado de que, a partir del próximo mes de abril, pagará en Reino Unido los impuestos generados en territorio británico en función de sus beneficios. El asunto de la tributación de impuestos del gigante tecnológico ha sido, desde hace años, objeto de controversia, que se ha acentuado a través de Internet en los últimos tiempos. Por esta razón, Facebook dejará de facturar a través de Irlanda, un país con una fiscalidad mucho más favorable, su actividad realizada en territorio británico. Esta medida le permitía reducir considerablemente el pago de sus impuestos, tal y como sigue haciendo en otros países como España.
Una vez hecho el cambio, la empresa de Mark Zuckerberg va a pagar más impuestos en el Reino Unido, en una cantidad que se estima en millones de euros. Precisamente, el Reino Unido es un país en el que Facebook ha sido especialmente criticado por su política fiscal y por ese desvío de beneficios a su sede irlandesa.
En los próximos días, Facebook notificará a sus grandes clientes del Reino Unido (entre los que se encuentran nombres tan conocidos como Unilever o los supermercados Tesco y Sainsburys), que desde primeros de abril van a recibir sus facturas de Facebook del Reino Unido y no de Facebook Irlanda.
“Lo que esto significa en la práctica es que las ventas del Reino Unido generadas directamente por nuestro equipo británico serán registradas en el Reino Unido, no en Irlanda. Facebook del Reino Unido registrará entonces la facturación de estas ventas”, señaló la compañía en un comunicado.
No es Facebook la única compañía multinacional que realiza estas prácticas contables, un pequeño gran truco fiscal que les permite tributar en otros países con el objeto de pagar menos impuestos.
En este comunicado, Facebook declara que este cambio va a aportar mayor transparencia a sus operaciones en el Reino Unido. Lo que todavía está en el aire es si esta rectificación de Facebook va a extenderse a todos los países donde desarrolla su negocio. El caso de Reino Unido ha sido flagrante, ya que Facebook ha estado envuelto en una gran polémica desde que se supo que pagó 4.327 libras (5.625 euros) en impuesto corporativo en el Reino Unido en 2014. Teniendo en cuenta que este país es uno de los principales mercados de Facebook fuera de Estados Unidos, la cantidad resulta irrisoria.
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