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Silicon Valley unido contra Trump

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Las primeras medidas tomadas por Trump tras su toma de posesión como presidente de Estados Unidos están suscitando numerosas reacciones en contra, tanto fuera como dentro de sus fronteras. La resistencia más firme la ha protagonizado en los últimos días el sector tecnológico de este país.

Cerca de 100 empresas tecnológicas estadounidenses, entre las que se encuentran las más destacadas del sector, han denunciado ante la justicia norteamericana el decreto anti-migración de la Administración Trump. Dicho decreto cierra temporalmente las puertas de entrada estadounidenses a los refugiados y los ciudadanos de siete países de mayoría musulmana.

Empresas como Facebook, Google, Apple, Microsoft, Intel, eBay, Netflix o Twitter argumentan en el documento legal presentado que el veto de entrada del presidente Trump a los ciudadanos de estos países causa un daño importante a los negocios de Estados Unidos. Para las compañías firmantes, un total de 97, la orden presidencial no sirve más que para perjudicar el reclutamiento y mantenimiento del talento en una industria acostumbrada a atraer a las personas más brillantes, amenaza la innovación y el crecimiento e impide atraer inversiones a Estados Unidos.

Dichas compañías sostienen también que la normativa no cumple en absoluto los principios de equidad e igualdad que han guiado la política inmigratoria de los Estados Unidos en las últimas décadas.

El hecho de que no sea nada frecuente una acción conjunta de estas características contra una medida política da una idea de la profunda reacción que esta medida ha despertado en el seno de las compañías tecnológicas estadounidenses.

Para las empresas tecnológicas norteamericanas  la inmigración es un elemento central de su identidad. Muchos de los ingenieros que trabajan en sus plantillas tienen sus orígenes en China e India. Por otra parte, el documento también recoge el dato de que muchos inmigrantes o sus hijos han sido los fundadores de muchas de estas empresas.  Por eso, muchas noticias recogen la idea central de que para todas estas compañías la decisión de Trump representa poco menos que una afrenta personal.

Según un estudio reciente, el 43% de las compañías creadas en Silicon Valley tiene al menos un inmigrante como miembro fundador.

Por citar solo algunos ejemplos, el cofundador de Google, Sergey Grin, nació en Moscú,  el padre de Steve Jobs, de Apple, era sirio; la consejera delegada de Oracle, Safra Katz, nació en Israel, el padre de Alexis Ohanian, cofundador de Reddit, un refugiado armenio. La lista suma y sigue y se complementa con otros casos relacionados, como el de la mujer de Mark Zuckerberg, que es hija de de chinos residentes en Vietnam refugiados en Estados Unidos.